Hablando sin tapujos: ¿Por qué decimos sí a la copa menstrual?
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Copa menstrual ¿por qué decimos que sí?

¿Eres de las que utiliza copa menstrual o todavía no? Da la sensación que la primera vez que utilizas copa se hace todo un mundo pero lo cierto es que cuando ya empiezas a usarla, ya no hay STOP. 

 

Al igual que las compresas y tampones nos ayudan como barrera para frenar los fluidos de la menstruación, la copa queda contenida en el interior hasta que la extraemos de la vagina y desechamos el líquido en el inodoro. 

 

Y tranquila, la copa menstrual puede estar fabricada con diferentes materiales como el látex, silicona médica o TPE por lo que no produce alergias, no contiene blanqueantes ni productos químicos que pueda absorber nuestro organismo. ¡Todo un lujo!

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Y aquí viene la maravilla de las maravillas, la copa no genera residuos porque se puede utilizar en cada regla, y tiene una duración de hasta 10 años. Una vez acabada la menstruación, se esteriliza y se guarda hasta la próxima regla. Y ¡voilà! ¿Fácil, verdad? Además, el planeta te lo agradecerá infinitamente. 

 

Pero sí, todo esto está genial, pero ¿por dónde empezamos? Lo primero es saber escoger la talla. Tenemos tres opciones:

  • S: para menores de 18 años que no hayan tenido sexo con penetración. 
  • M: menores de 30 que no hayan parido.
  • L: mayores de 30 (hayan parido o no).

Vale, la talla ya la tenemos. ¿Y ahora qué? Tu primera vez con la copa, será un mar de dudas, como aquella primera vez que utilizaste tampón. Las instrucciones kilométricas que no sabes ni por dónde empezar, la mirarás y pensarás ¿pero y esto como lo meto yo en mi vagina? Pues bien, ¡empezamos!

 

Primero la añades en un recipiente con agua, hay algunas que ya vienen con su recipiente. Después, la metes en el microondas 3 minutos y a esperar (el paso de hervirla sólo es necesario el primer día de ciclo, no cada vez que te la pongas). Y finalmente, ¡a escurrir!

 

Y llega el maravilloso momento de meterla: te lavas las manos y ¡listo! La primera vez que te la pongas creerás que la copa hará “un plop” dentro de tu vagina, pero no, es más cómoda de lo que parece. 

 

Sí que es verdad que llegarán a tu mente las típicas preguntas como: “¿Estará ya llena?”, “¿Habrá volcado?”, ¡pero no! Todo estará en perfectas condiciones

 

Así que despídete de las compresas y de los tampones y empieza a hacer un mundo mejor con la copa. 

 

 

 

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